alergia-a-los-gatos

Los gatos son uno de los animales de compañía favoritos del ser humano. En su eterna rivalidad con los perros, muchos prefieren a estos pequeños felinos porque son más tranquilos, más independientes, y no hay que estar tan encima de ellos todo el tiempo, ni sacarlos todos los días. Los gatos, de hecho, son animales sagrados para muchas culturas, que los han adorado durante siglos. No es de extrañar que muchos ahora los tengan en casa como auténticos hijos, llevando una vida cómoda y sin muchos sobresaltos. Sin embargo, los gatos también pueden tener su cara negativa. Ya sea por su manera de ser, más arisca, o simplemente por su pelaje, que provoca alergias en algunos humanos, hay quien no puede estar cerca de ellos. Y si no te gustan los gatos tampoco tendrás mucho problema, pero si eres amante de estos animales y te diagnostican alergia a ellos, la situación se complica.

Ocurre lo mismo con los perros, que tampoco se libran de provocar ese tipo de alergia a través de su pelaje a sus dueños. Sin embargo, los gatos cuentan con algunas peculiaridades que hacen que esta alergia sea incluso más extendida y habitual. Es algo con lo que muchos tienen que lidiar, llegando incluso a pincharse medicamentos para poder seguir conviviendo con sus mascotas, a pesar de ser alérgicos a ellas. La limpieza de la casa también tiene mucho que ver con la alergia a los gatos y su reproducción, ya que en la mayoría de casos esta alergia se tiene al pelaje. Esto significa que si limpiamos la casa a fondo tal vez no suframos tanto los síntomas de esta alergia, que puede llegar a ser bastante molesta. Y es que la sufriríamos en nuestra propia casa, y estar en nuestro hogar moqueando y con la lágrima saltada cada dos por tres no es plato de buen gusto para nadie.

Contents

¿Qué causa la alergia a los gatos?

alergia-gatos-2

Igual que ocurre con los perros, desde siempre se ha pensado que la alergia a los gatos viene provocada por el pelo del animal. En algunos estudios recientes se ha descubierto que puede ser la caspa del gato, que son partículas que se desprenden de su piel, lo que hace que sintamos esa alergia y nuestro cuerpo reaccione con ella. De hecho, también hay estudios que apuntan que algunas personas hipersensibles pueden tener alergia igualmente a la saliva o al pis de gato. Estas personas tienen un sistema inmunológico que se activa rápidamente cuando entran en contacto con alguna sustancia desconocida. El cuerpo entiende que esa caspa de gato puede ser una sustancia peligrosa para nuestro organismo, y responde en consecuencia, provocando estornudos, tos y a veces incluso enrojecimiento de ciertas zonas.

Síntomas de alergia a los gatos

Es posible que hayas tenido algunos de estos síntomas, pero no sepas exactamente si son producidos por una reacción alérgica a tu gato, o por cualquier otra causa. Debes fijar bien, por ejemplo, en el enrojecimiento de las zonas de tu piel que hayan estado en contacto directo con tu mascota. Si se produce una hinchazón después de jugar con él o tocarlo, seguramente sea una reacción alérgica. También es habitual reaccionar con estornudos, e incluso con tos, cuando el gato está cerca. Pero si somos muy sensibles, no necesitamos siquiera que tener al minino al lado, simplemente sentarnos en el mismo sofá donde él ha estado jugando poco antes, y ha dejado todo su pelo y su “marca”.

Para otras personas, los síntomas más habituales son los picores en la nariz, e incluso la congestión nasal, que viene provocada precisamente por la reacción de nuestro cuerpo para evitar que esas sustancias entren en nuestro sistema respiratorio. La intensidad y la cantidad de estos síntomas variará mucho dependiendo de cada persona, porque al final cada uno tiene un cuerpo diferente, pero si sufres alguno de esos síntomas es mejor estar alerta. Y es que la alergia a los gatos puede llegar a ser muy molesta si la dejamos pasar y no la frenamos desde el momento en el que aparece. Por eso hay que hacerse pruebas, a la más mínima sospecha de que podemos estar desarrollando alergia a ese animal que tenemos en casa.

¿Cómo saber si lo soy?

alergia-gatos-3

Cuando estos síntomas, especialmente los que tienen que ver con el sistema respiratorio, se hagan usuales y se repitan bastante en el tiempo, seguramente sea el momento de ir a visitar al médico. Muchos de los síntomas que hemos visto son muy parecidos a los de un resfriado común, pero sus causas son diferentes. Por eso no debemos dejarlo pasar, y acudir a nuestro médico de cabecera para que nos haga algunas pruebas que determinen si, efectivamente, somos alérgicos a nuestro gato. Cuando lo tengamos claro al menos ya podremos conocer el origen de esa alergia y trabajar para evitarla, o al menos, para minimizarla en cuanto nos sea posible.

Qué hacer al respecto

Los últimos estudios han descubierto que la causa principal de la alergia a los gatos está en  una proteína concreta, que se queda pegada a través de la saliva o la orina del gato a su pelaje. No es por tanto el pelo lo que hace que seamos alérgicos, sino los fluidos del animal. Además, todos los gatos desarrollan dicha proteína de forma natural, así que seguramente seamos alérgicos a todos ellos. Lo más efectivo, aunque también la última solución que muchos querrían, es no tener animal en casa. Esto permitirá que podamos recuperarnos si hemos sufrido durante mucho tiempo la alergia, y estemos bien de nuevo. Es una decisión drástica, pero en muchos casos puede ser la única solución.

También se dice que los gatos macho son menos alérgicos que las hembras, y de igual manera, los gatos castrados producen menos proteínas de este tipo, así que provocarán una reacción alérgica menor. Sin embargo, seguiremos teniendo esos síntomas, en mayor o menor medida. Hay quien ha aprendido a vivir con eso, tomando analgésicos y pinchándose para poder mantenerse cerca de sus mascotas. Gracias a los últimos descubrimientos, se ha ideado un plan para eludir esa proteína que provoca la alergia en la dieta de los gatos. Eliminándola se debería acabar también la alergia para los seres humanos, y es algo que actualmente se está probando como una posible solución para este problema. Y es que lejos de afectar a una pequeña parte de la población, se estima que casi un 20% de los seres humanos pueden ser alérgicos a los gatos.